Se acabó...
Se acabó el año... todo lo demás sigue.
Tengo con CALIXTA 3 años. Fue poco a poco y paulatinamente por un año, y los otros dos años han ido moviendose rapidísimo.
El año pasado fue mi primer ocasión en la que ofrecí el servicio de pedidos personalizados para navidad. Fue una locura de la que aprendí y gocé muchísimo. No tenía en claro muchas variables de los tiempos, lo que podría salir mal, las fechas comunes para pedidos y otro tipo de cosas dentro del taller... ¡fue intenso, fue divertido!
Tuve por 1era vez, un pedido de Cuatro44. Cuatro44 es un despacho de arquitectura que tiene más de 10 años promoviendo el trabajo arquitectónico de distintas maneras y para mi además, son mis amigos. Confiaron en mí, y me lanze a la producción de 86 piezas. No había hecho tantas hasta el momento. Mi pequeño taller se volvió una especie de laberinto en donde tenías que cuidar estrategicamante tus movimientos si no algo caería y cual domino, no tendría fin su desastre. Esto me prepararía para despúes poder trabajar para COMUNA, los platos, proyecto del que también aprendí montón, y que en su momento compartí la experiencia.
2015 fue un año ¡tan intenso! De finales, de inicios, de aperturas, de cierres... no recuerdo haber tenido un descanso, siempre hubo novedad. Con la novedad viene la incertidumbre... la nueva palabra para hablar de equilibrio.
Una de las tantas lecciones que me ha dejado el yoga es que estamos acostumbrados a que el balance sea como viene en la primer foto cuando lo buscas en google, ósea - una armonía perfeca en horizontal con pesos idénticos, estabilidad y exactitud. ¡Y claro que no es así! Al menos no en mi caso. El balance se mueve todo el tiempo, no hay exactitud, hay incertidumbre, hay estabilidad, pero no se da porque todo esta igual y es certero, si no porque uno decide que acepta las cosas como están y si no promueve cambios con acciones para cambiar el estatus de algo, y eso, eso es lo que da estabilidad y certeza.
De modo que este diciembre 2015 fue distinto. Por segunda vez Cuatro44 se acercó a Calixta para la producción de sus regalos navideños, los entregan a más de 70 personas como agradecimiento de su colaboración y para enviar el mensaje de "valoramos tu trabajo y gracias por ser parte de nuestro equipo". En esta ocasión la tarea fue "ya no bowls, algo más vertical que horizontal, algo más tipo un vaso" y ahí voy... fuera de mi zona de confort por completo. No se ni porque, pero me inclino siempre por formas abiertas en su boca, o de proporciones redondas. Fue divertido, me solté por completo con los esmaltes y pasaron cosas padres. También hubo bowls, cerámica pigmentada, tablas para quesos, floreros, pedidos de tazas y otras tantas cosas. Todo salío para diciembre.
Aprendí a aprovechar mejor las quemas y también me di cuenta que mis manos tienen aprendidas tantas cosas que no me había dado cuenta. Sentí por primera vez dolor en mis uñas, en mis nudillos, se me inflamaron las manos. Al principio me asusté, pense: ¿como? ¿que no te dan estos dolores cuando tienes 40 años trabajando con tus manos? Platicando y leyendo me di cuenta que no... es común entre los que trabajamos con nuestras manos todo el tiempo, y también es común tener remedios inmediatos listos para dar mantenimiento a la herramienta principal.
Agradezco tanto los podcast... ¡he aprendido muchas cosas en tanto que he escuchado! Cuando es trabajo creativo la música es mi mejor compañía, pero cuando el trabajo se vuelve mecánico me cae muy bien escuchar ideas y voces y pensamientos y aprender. Así que ¡vivan los podcast!
Este diciembre fue más sereno para mi, el taller estuvo a su full de nuevo. Aunque Calixta es mi proyecto de vida, y me veo siempre con las manos en la cerámica y prendiendo horno, es necesario salir y ver el paisaje con perspectiva, verlo desde dentro me es natural, verlo desde fuera es lo que comienzo a hacer. ¡Se ve todo tan diferente cuando lo logro! Comparto aquí algunas imágenes de las que mi celular me permitió registrar. Todo dentro del taller. ¡gracias por leerme! :)