Dibujar no es lo que pensaba...

Pues si… tal como lo lees.

Estudié arquitectura, no porque siempre estaba dibujando o porque me gustaba re-acomodar mi recámara, sino porque me interesaban los colores, hacer composiciones con los cuadros de mi casa, vivir en espacios armoniosos… y sobre todo creo yo, porque me gustaba - y me sigue gustando - observar a las personas.

Así que cuando entré a la carrera me di cuenta que mis habilidades de dibujo no eran las mejores… y por alguna razón durante muchos años fue un tema que descartaba como algo potencial para mi creatividad. “Yo no sé dibujar”.

Con CALIXTA fueron cambiando las cosas… porque aunque no con pincel, comencé a dibujar en mis piezas ideas de color y de textura. Composiciones, tomar decisiones de como quiero que una pieza acabe - y la cerámica otra vez, me puso en un entorno desconocido.

La Escuela Nacional de cerámica - ENC - existe de 4 años para acá. Yo la conocí desde que comenzaron, y durante años veía los talleres que armaban, países invitados, técnicas nuevas para mi, dos semanas intensas de hacer cerámica en el pueblo de Tapalpa Jalisco. Este año me dije: “tengo que ir a un taller”; se me paso el de mayo y el de agosto fue el elegido.

País invitado: China. Tema del taller: DI-BU- JO; era la señal perfecta, no más tiempo huyéndole a la idea, tenía que ser este.

Después de varios meses organizando el taller y la logística que implicaba irme de Monterrey por dos semanas… ¡allá voy!

Hice parada en Guadalajara, una ciudad que me ha conquistado el corazón, ¡me encanta! Por tanto verde, porque me gusta su escala, su comida y sobre todo, porque las personas que he conocido me han abierto su casa y su confianza de una manera muy bonita. Y de Guadalajara, una parada rápida en Tlaquepaque y a Tapalpa.

Conocí Tapalpa Jalisco hace algunos años que hice un viaje de fin de año con una pareja de amigos… Kazmy y Luis - así que más o menos sabía a lo que iba.

La maestra Liu Xi - originaria de China, con su estudio en Jingdenzhen fue la profesora invitada. Su obra, con un discurso de exploración y cuestionamiento, utiliza la porcelana y el dibujo como medio de expresión.

Durante dos semanas sólo pensaría en crear y aprender, y la inmersión fue paulatina y cada vez más profunda. Entorno nuevo, agenda nueva, personas nuevas, material nuevo, técnicas nuevas, pinceles, mucho azul cobalto y yo de alumna, no al frente de un grupo sino aprendiendo - ¡mucho nuevo, todo nuevo!

Resultó que la porcelana se parece un poco al material que yo utilizo acá en mi taller… es diferente, pero encontré similitudes al manejarlo y me acostumbré rápido. El programa del taller pedía que cada quien hiciera piezas que después intervendría con dibujo- y lo vi. “No quiero hacer piezas diferentes para conocer el material; haré piezas que armen una colección y en el dibujo exploraré lo más que pueda”. Así que me dí a la tarea de crear piezas en diferentes tamaños con un mismo principio para poder intervenir con cobalto y tratar cosas nuevas desde el dibujo.

Una vez creadas las piezas pasamos a temas de pincel. Y Liu Xi lo guió a la perfección, primero conocer tu mano con el pincel utilizando agua, después tinta china, y finalmente dibujo en la porcelana. Fue ir entendiendo desde lo más básico hasta composiciones contemporáneas.

Y si… tuve mis retos, y es que el “yo no sé dibujar” se hacía presente en mi cabeza cada que le daba oportunidad. Recibí un “dare Vange” (atrévete Vange) y después un “challenge yourself” (rétate a ti misma) por parte de la maestra. Y me tocó fibras particulares; yo pensé que ya me estaba retando por estar ahí - y no.

Después de conocer algunas variables clásicas del dibujo en piezas de porcelana chinas, de hablar de dibujo contemporáneo y de recordar por qué estaba ahí y para qué… de repente, después de un día de duda, como nube gris, se me despejó la cabeza y las creencias ¡y me solté! Sigo sin saber dibujar, pero aprendí que en el dibujo también hay espacio para cada quien dibuje lo que quiera y como pueda; que se trata de técnica pero más se trata de intención. Que es comunicar una idea pero también mover algo dentro de el otro.

Mis piezas reflejan un poco este movimiento. Comencé por las chiquitas, practicando cosas básicas, luego un set donde encontré mi personalidad, luego ya todas son diferentes. En total tengo 22 piezas.

Me pasó esto… cuando decidí exponerme a algo nuevo, creo que por un momento, pensé que tenía que ir en blanco. Es decir: que tenía que presentarme abierta y como canvas blanco, para poder absorber lo nuevo. Y caigo en cuenta que realmente no hay aprendizaje si uno no se presenta con todo lo que es y todo lo que tiene. En el momento que eso me hizo click, me sentí muy cómoda en el lugar incómodo, dibujando. También comencé a disfrutar mis garabatos y a apreciar lo único del trabajo de cada uno de mis compañeros participantes.

Otra idea que reflexiono es el hecho de descubrirme creando un discurso de lo que quiero expresar. Con CALIXTA lo hago; la comida y lo utilitario siempre están en la idea que trabajo… son ejes importantes. En este caso, no había una línea que seguir más que la que yo planteara, por ser yo. Eso también fue diferente para mi. Crear por crear.

Hubo sus eventos, no fue perfecto ¿qué lo es? Que si algún tema de organización y flujo, que si las complejidades del idioma, algún ego se hizo presente, inseguridades disfrazadas de fortalezas y “autoridad” y lo que el horno puede significar cuando la quema no sale como debería. De todo hubo un lado bueno, al final, este taller fue perfecto para mi.

El grupo con el que compartí mis tres comidas al día y entre 8 y 10 hrs de trabajo ¡fue lindísimo! Gané al menos 3 personas con las que estoy certera se inició una bonita y honesta amistad.

Liu Xi fue cálida, honesta y muy generosa. Supo generar un vínculo con cada participante - todo con la intención de remover para sacar expresiones de cada uno en nuestro trabajo- para mi fue muy apasionada y conmovedora.

La ENC aún no tiene sede, todo se lleva a cabo en un hotel El mesón del Ticúz ¡fue inspirador! Pura persona bonita atendiendo. Y la comida ¡buenísima! Sigo extrañando el sazón de Conchita, sus tortillas de maíz y lo consentidos que nos tuvo por esos 13 días. Definitivamente el entorno, el hotel y su servicio ¡sumaron a la experiencia!

Llegó a su fin y ya estoy en mi querido taller de nuevo. ¿Qué aprendí? Mucho más que técnicas de dibujo ¿Cambió algo? Si,definitivo. ¿Qué sigue? - aún no lo sé. Lo único que tengo seguro es que yo buscaba más que un proyecto o un negocio - una forma de vida, y la cerámica justo eso me ha dado.

Les comparto algunas imágenes de mi trabajo terminado, las fotos finales aún no las tengo.

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