Un año estrenando taller...

Un 9 de septiembre tuve en mis manos la copia de las llaves de lo que ahora es mi taller de cerámica. CALIXTA -  Querida cerámica. ¡Que locura, emoción, aún hay días que no me la creo!

¿Cómo se dio el cambio? A un año de que sucedió y con perspectiva puedo compartirlo (ahora si me da risa). Quienes me acompañaron desde un inicio, vieron el espacio de 3m x 4m donde comencé. Donde saque el proyecto para COMUNA (mi primero! Andrea y María <3 ) y donde sucedieron los primeros aprendizajes y sacudidas para entender mejor a donde me dirigía. 

Mi bodega de material era la regadera del cuarto de servicio de mi casa. Osea, un espacio de 70cm x 70cm, pegado a la taza, y con la puerta que apenas puede abrirse. Todo apretadito. Y entonces al nunca haber utilizado esa regadera mi mente concluyó que no funcionaba (no preguntes) y un día, después de recibir cientos de kg de material; la regadera por accidente se abrió un poquito ... y poco a poco, gota a gota, mojó varios sacos de material; que además, no habían sido envueltos como solicité en sacos de raffia, se habían quedado en sacos de papel kraft.  Para cuando acordé el agua había escurrido através de ellos, debilitando el papel que envolvía y sostenía el material, en mi frustración de ver aquello y siendo totalmente viceral, me metí a "la bodega" como pude e intenté mover un saco solo para sentir como se deshacia en mis brazos cayendo los 25kg de fínisimo grano por todo mi cuerpo, piso, etc... Recuerdo que grite: ¡nnoooooooo! Sobra decir el caos que se hizo (por utilizar una palabra propia para este espacio)

Y ahí fue cuando decidí: ¡me cambio porque me cambio, aquí ya no quepo más! Ya había habido otras señales, muchas, pero esta fue la que me sacudió los temores y despertó... me hizo aventarme. Después de quizá un mes de traerlo en la cabeza , un día platicando con mis hermanos surje el tema; y mi hermano me dice: "Oye Vani pues hay un espacio que estamos empezando a rentar de Urvita, hay que hacerle todo pero si quieres vamos a verlo mañana" ¡Si! Vinimos a verlo, mi hermana y mi hermano (son socios fundadores morales y consolidados de CALIXTA con tanto apoyo que he tenido de ellos); lo vimos, lo pensé un poquito... me dió muchísimo nervio y dije ¡si! ¡va! ¡ya!

Septiembre fue un mes de aventarme, dar un brinco de fé por algo que sentía en mi estómago que estaba bien, más no tenía idea como lograría.

En Octubre entramos al taller. Acertadamente dos practicantes maravillosas que fueron clave para la mudanza y para arrancar llegaron a CALIXTA - Cristy y Luli. Con su actitud y energía me ayudaron a que todo fluyera mucho mejor. 

Tomé muchas decisiones para hacer el cambio, muchas buenas, y un par que no fueron las mejores, pero así tenía que ser - sigo aprendiendo.

A un año de estar aquí, cuando vengo en camino al taller y vengo reflexiva me digo: "Este es tu taller, estas haciendo lo que querías..."  a veces sonrío profundamente, a veces me da nervio, a veces pánico, a veces quiero tenerlo lo doble de grande para meter un horno de gas maravilloso y descubrir nuevas quemas y técnicas, otras veces pienso: y si mejor me dedico a cocinar, y si ahora también trabajamos con vidrio - suspiro - ... y así; mi mente oscila entre ideas, gustos y pasiones. Al final concluyo que aunque el taller aún esta en proceso de armado (hay un área que aún no está como la imagino) es un lugar con muchas posibilidades. Ahora el reto no es que se salga el material de los sacos, es que este todo tan organizado que sea sostenible, fructifero y placentero trabajar y estar en él. 

Ahora tengo espacio para dar talleres y recibir personas con curiosidad por aprender de la cerámica. También abro mi terraza cada que amerita para recibir amigos queridos y disfrutarla. Tengo un espacio donde puedo concentrarme, y si somos 3 personas trabajando, tenemos el espacio para respirar, tomar energía y enfocarnos. Ahora me toca decidir que hacer en el todos los días, elegir de que quiero que se llene, que quiero que salga, y que quiero que haya más. Nos volvemos showroom cuando es OPEN HOUSE, área de empaque cuando hay que envolver cientos de piezas, la mesa también se ha vuelto barra de cocina cuando hay que preparar comida para las sesiones de fotos, la misma donde cortamos cerámica, también sirve para cortar limones y servir pastel. Hay un frigo y siempre hay café y cerveza - lo demás puede ir y venir. 

En mi corazón guardo a cada persona que estuvo o sigue en este proceso. Clientes que me dijeron "Vange, ya cámbiate a uno más grande, ¡ándale!" y luego vinieron a conocer - Cecy. Amigas que me acompañaron a verlo cuando estaba en ruinas - literal - me animaron y dieron seguridad y todavía me acompañan desde lejos y cerca - Rebeca y Elva. Después me regalaron un baño nuevo - Elva, Rebeca con Pamela, Homero, Lizza, Diana y Marisol. Quienes aún me dan partecitas del taller: el espejo del baño y una extensión de foquitos "Ten pucha, para tu taller!" - Paty. Quien me ha regalado sus obras de arte con la mayor humildad y yo saque lágrimas de emoción en ambas ocasiones - Georgia ( ¡esas manos y visión que me inspiran!) y Kitty (quien ahora es mi vecina de taller: y chaleamos, tomamos, comemos, reímos, compartimos y nos damos ánimos) Quien viviendo lejos, apenas pudo venir "llévame a tu taller" - Lizza, y claro los mensajes desde lejos de porras, comentarios bonitos, palabras de ánimo y mucho amor - Diana. Mis papás quienes se asoman y se asoman, me traen un mueble de la casa de la abuela - mi papá...  unas hojas de pata de elefante "para que se luzcan en tu open house" - mi mamá; esto por mencionar un par de cosas, han estado mucho mucho más presentes que esto.

Mis amigos queridos de Cuatro44 que se apoyaron en CALIXTA para sus regalos navideños en dos años consecutivos, y yo me apoyo en ellos todavía con su ejemplo y compañia. Vicky que con Botánica me dio la primera oportunidad de sacar una mini colección, cuando apenas me atreví a abrir la página en facebook y soñaba con algunas de las cosas que ya hago ahorita. Cristina quien fue la que por primera vez me documentó trabajando cuando ya tenía mi horno y quien me ha dicho verdades duras y útiles. Y Luis, quien dijo "si" a que CALIXTA, cuando no tenía ni nombre, pudiera ocupar un pequeño espacio de su taller Autocity allá en el 2012, cuando no tenía idea de que hacía pero me gustaba tanto como para dedicarle todas mis horas.

Ruth, Ximena, Gustavo, Daniela, Cristy, Paulina, José Antonio y Luli (¡quien acaba de cumplir 1 año en CALIXTA!) estudiantes de diseño industrial de UDEM y CEDIM, que me han acompañado en todo este proceso, quienes me dan las más grandes reflexiones sobre trabajo en equipo y hacer equipo. Y entonces CALIXTA ya no nada más es mío... lo comparto con todas estas personas que han dejado algo. 

Comparto algunas imágenes de lo que guardé de todo este proceso de cambio... wow que me leíste hasta el final! <3

Especialmente y con toda la honestidad - ¡Muchísimas gracias a todos los clientes que se asoman y compran, que opinan, tienen paciencia, confían y se abren para trabajar con CALIXTA; sin su apoyo nada de esto podría decir o hacer ¡GRACIAS!

 

 

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