PANAZIA... imaginando Los Cabos desde Monterrey
Este proyecto surgió como surjen las mejores cosas... con recomendación de boca en boca, despacio pero seguro.
Conocí a Paul a través de una clienta-amiga, viví la creación de PANAZIA desde casi sus inicios y ahora me siento con muchísimas ganas por conocer Los Cabos y por supuesto PANAZIA.
"Los Cabos es una ciudad muy turística. Como chef me interesa poder ofrecer un menú para locales con producto local que refleje la identidad del lugar, a un precio competitivo y en un lugar único, amigable, incluyente y de comida deliciosa" Palabras más, palabras menos, así resumo lo que Paul me compartió cuando platicamos.
Comenzamos intercambiando información, listas de piezas, tamaños, muchas preguntas de mi parte hasta que pudimos darle forma a lo que realmente se necesitaba y así delimitar el proyecto y su diseño.
Se decidieron 11 piezas distintas. Todo el menú del restaurante estaría servido en piezas de CALIXTA.
Se compone de piezas totalmente diferentes entre ellas. Lo que las une es la gama de color y el acabado final. Tres tipos de bowls, 6 tipos de platos.
En un principio comenzamos con el diseño en 3D de cada pieza, esto me ayuda a darle una visión al cliente de lo que se propone, también una tabla de acabados y colores para los esmaltes. En esta prueba queda definido el 85% de la propuesta. El 15% restante se define mientras se empieza a producir.
Hasta ahorita, en base a mi experiencia, el detallar la idea de una pieza desde el inicio es poco atinado. Cada pieza mientras la trabajamos va tomando personalidad y tiene necesidades. Si queremos enfatizar los labios, si queremos que se marque la profundidad, si servirá una tostada y el color tiene que ir al centro. Equilibrar la parte estética con la parte funcional, que sea flexible para otros platillos y sobre todo, ir creando la transición entre piezas con toda la colección. ¡Además! Una vez que esta claro en la cabeza, las anotaciones y los colores, falta que la mano obedezca al cerebro, y que cada chorreado sea lo que imaginé... ¡esta curva de aprendizaje es la más bonita! Y también la de mayor demanda.
Estuvimos 2 semanas con el moodboard y detallando cada color en cada pieza. Anotando cada fórmula, tono de café, azul verdoso mate con verde núm 3 en transparente, definiendo con que brocha se hace que acabado, la densidad perfecta para cada color, cuantificando material, esmalte, programando quemas en el horno, etc... ¡todo esto incluye el poder entregar!
Es por esto que la comunicación y la confianza son bien importantes durante el proceso. El poder tener mente abierta en ambas partes para dar y recibir, negociar y ceder según cada pieza va resultando.
Me gusta trabajar con chefs, saben lo que buscan e imaginan siempre comida en los platos antes de dar el si o no a un diseño.
Por la distancia, este proyecto se realizó todo vía facetime. Muchas imágenes de mi parte reportando cada cambio o cada éxito. Al principio me daba nervio pues el color puede variar mucho según la pantalla y la luz, pero poco a poco desarrollamos un lenguaje y fue más sencillo comunicar y ahora ¡ya están todas las piezas allá!
Fueron 2.5 meses de producción a full. Nuevos moldes e hicimos ajustes a nuestra pasta cerámica para lograr la sensación que buscábamos en algunos platos. Hubo cambios de plan de color, de cantidad, y hasta un nuevo diseño resultó en el camino.
Y una área nueva de CALIXTA que no había explorado suficiente... ¡los envíos! No pude dar con quien asegurara cerámica, así que el riesgo estaba 100% en empacar. Decidimos empacar nosotros. No me reportaron daños asi que ¡fue un éxito! Fueron días de logística, compras y de envolver y envolver. Definitivamente una nueva área es encontrar materiales y empaques más amigables al ambiente, tanto plástico no puede ser utilizado otra vez.
¡Claro! El camión que recogería las piezas no pudo entrar a mi calle, quien ha venido sabe que estamos en medio del barrio de Tampiquito, y el ancho de la calle y la cantidad de cables es un tema. Así que hubo de todo tipo de ajustes para poder hacer el envío... ¡pero ya llegó! ¡ya esta allá!
Y ¿ahora? ... el vacío común de cerrar un proyecto, volver el mindset por completo a CALIXTA y estar abierta a que todo lo aprendido pase por la mente y las manos.
¡Gracias a Cecy González por esta recomendación! Y sobre todo, ¡gracias a Paul Zamudio! por la apertura, confianza, paciencia, participación e invitación a formar parte de este proyecto.
Lo que sigue es ir a Los Cabos, comer en estos platos y pasar unos días en la playa... ese es otro tema para otro día! Gracias por leerme!
Este proyecto se realizó con la colaboración de Alejandra Treviño en imágenes 3D, Paulina Guerra en preparación de materiales y producción; y especialmente con la participación activa y proactiva de Lourdes Escobar. ¡GRACIAS!