Sweet & Sour es una agencia digital. Y como agencia digital, trabajan de manera... digital.

Cuando quedamos de vernos, no sabía varias cosas. La primera que ya conocía a quien me había buscado; ¡abrí la puerta y dije, ¿tu eres Dulce?; habíamos coincidido en dos reuniones en casa de un amigo en común. La segunda cosa que no sabía, era para quien estaba la intención de producir una mini-colección especial y particular.

Sweet - Dulce; Sour - Eduardo. Son dos personas sonrientes, atentas, sensibles, les gusta la atención al detalle y son muy sensoriales. Para ellos y sus colaboradores fue esta producción.

Un par de piezas únicas para cada miembro del equipo, o como ellos le llaman - familia.

Cada set esta pensado para que sean piezas flexibles y distintas a lo que regularmente utilizan. Ya sea para comer, para botanear en el break durante el trabajo, para el tocador, para la esquina favorita del librero o para usarlas en algún ritual de esos que hacemos sin querer o con toda la intención.

Para mi fue un proyecto en el que todo fluyó. Cada pieza fue queriendo ser, cada pieza se dejo ser y por eso terminaron siendo todas tan diferentes. Algo que genera union es la utilización del negro en la mayoría de las piezas. Como verán, en algunas piezas si me arriesgue al color, esperando el sabor que las recibiera las identificara como suyas.

Si, cada colaborador de esta familia se identifica y se hace nombrar un sabor en particular. Los hay desde mint, pasando por rum hasta umami.

Les comparto algúnas imágenes del proceso y la foto final de cada pieza.

¡Gracias por la confianza y por compartir Dulce y Eduardo!